Formación de árboles frutales

Siempre hemos visto árboles que tienen la típica forma de árbol: Un tronco grueso y una copa aparentemente esponjosa y muy alta.

Supongo que en algunos casos estará bien si es que se utiliza como sombra o si es que sus frutos se recolectan de forma ocasional desde el suelo.

El espacio que tenemos disponible es limitado y la idea es tener o la mayor producción posible en un árbol o la mayor cantidad de árboles en un espacio y para ello lo mejor es elegir la forma correcta de un árbol desde un inicio.

Aquí nos referiremos al injerto como ejemplo, porque suele ser de rápido crecimiento y su trabajo anual permite una buena formación en 3 años, aunque si realizamos el trabajo de forma inteligente podemos llevarlo a 2 años.

Existen muchas formaciones desde las más restringidas como las más libres, aquí revisaremos las 4 principales, la formación en vaso, a eje central, en espaldera y formación libre.

Formación en Vaso

La formación en vaso es aquella formación en las que se espera maximizar la producción en un gran espacio disponible.

El árbol resultante ocupa mucha área cerca del suelo, este consiste en un pequeño tronco que del él nacen brazos lo más cerca del suelo posible y arqueados formando una especie de vaso, la altura dependerá de la comodidad del podador y lo abierto que esté el árbol del espacio disponible.

La formación tiene buenos resultados porque el árbol se forma para que tenga la cantidad de madera justa, solo para la estructura productiva, para que realice la fotosíntesis y haya un buena producción. Al quedar abierto por el centro, entra la luz hacia todos los rincones del árbol. Es la formación más eficiente posible.

Formación en Eje Central

La formación en eje central es una de las más fáciles de hacer, consiste en dejar un tronco vertical y que de él vayan saliendo las ramas que darán fruta.

Es una formación que se utiliza cuando se dispone de poco espacio, ya que se tiene mayor control sobre las ramas que van saliendo del tronco.

La forma más inteligente de armarlo es en forma de pirámide o de pino, o sea que las ramas más bajas sean las más largas y mientras vaya subiendo las ramas vayan siendo cada vez más cortas, de esa forma le llegaría la mayor cantidad de luz a todo el árbol.

Como siempre la altura depende del podador y algo que puede ser molesto con esta formación es que si se deja estar muchos años, el árbol se irá hacia arriba muy fácilmente.

Formación en Espaldera

La formación en espaldera también es una que se beneficia del poco espacio, pero esta vez un espacio de pasillo, ya que del tronco central se sacarán ramas laterales que vayan hacia solo una dirección.

Todas las ramas se dejan crecer en una dirección, lo cual no significa que no pueda haber nada en el lado contrario de la espaldera sino que todo lo que crezca debe ser podado a lo más a 2-3 yemas para que den frutos pegados al tronco, aunque la mayoría de la producción se dará en las ramas de la espaldera.

Esta formación necesita mucho más trabajo que las anteriores ya que requiere guiar cada una de las ramas laterales.

Formación Libre

Una formación que no es como tal es la formación libre, es aquella que sin planificación se deja crecer el árbol con una poda básica para asegurar la producción sin tener una forma en concreto.

En forma general se quiere que la luz entre a todo el árbol, que el viento pueda moverse libremente sin que se causen daños por fricción, ramas que permitan la renovación constante, etc.

En general, se deja que el árbol tome la dirección, pero el podador le brinda, mejora y restringe sus condiciones según considere necesario.


La idea es poder elegir aquella formación que se adecúe a nuestras condiciones y realmente no importa que tamaño de lugar tengamos o si solo tenemos espacio para una maseta, un árbol frutal puede darse en cualquier condición, solo debemos elegir la forma adecuada.

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