La formación en estilo libre es aquella que se da utilizando los principios básicos de la poda según las condiciones que vayamos teniendo en nuestro huerto.
Es normal que no tengas un espacio solo destinado a árboles frutales, sino que haya alguno u otro cerca de lugares de tránsito y por lo tanto no es posible elegir formaciones muy cómodas que maximicen la producción de fruta.
Año Cero
En este caso nuestro año 0 tratará de plantar el árbol y si es que se puede elegir la altura, esto causaría un retraso que no es un problema si es que se hace bien.
Aquí trataremos el peor caso posible, plantamos un árbol pequeño al lado de un camino de tránsito, por lo que el árbol no puede tener ramas muy bajas porque serían una molestia para los transeúntes.
Aunque sea pequeño despuntaremos el árbol a 2/3 de la altura total obligando al árbol a que mueva la savia y saque nuevos tallos.
Poda en Verde
Cuando armamos un árbol en estilo libre lo único importante es considerar dos cosas, la altura desde donde comenzar a crecer los brazos o ramas principales y el centro del árbol.
La poda en verde que se realizará cada año a principios de verano, consistirá en cortar chupones y tallos que se encuentren debajo del comienzo de los brazos.
Lo segundo es podar todos aquellos chupones que crecen en el centro del árbol y que no sirven para formar o renovar una rama.
Año 1 formando en estilo libre
Lo ideal sería que al primer año elijamos la altura, la altura dependerá del espacio en que tendremos el árbol, si es un huerto de árboles mientras más abajo esté el nacimiento de ramas y brazos mejor producción y mantenimiento podremos hacer, pero si lo colocamos en un lugar transitado entonces la altura donde comenzarán lo brazos podrían ser a 1,5 metro de altura y está bien, es lo que se requiere.
Si consideramos que luego del Año 0, habrían crecido varios tallos, algunos verticales y otros laterales y luego en la poda en verde podamos todo excepto el tallo vertical.
Recuerda que necesitamos que llegue al metro y medio de altura aproximadamente.
Lo que haremos ahora será elegir el comienzo del crecimiento de los brazos principales a la altura que deseemos y que no moleste a lo que esté alrededor del árbol. Y luego podamos ahí mismo.
Año 2
Luego del primer año deberíamos tener crecimientos verticales y laterales en bastantes partes del tronco. Luego para la poda en verde deberíamos haber podado todo lo que está bajo la altura de los brazos que hayamos escogido y el tallo vertical.
Solo deberíamos haber dejado los tallos que tenían una dirección lateral para que estos tuvieran la prioridad en el crecimiento.
El segundo año armaremos los brazos del árbol según nuestras necesidades.
Si es que necesitamos brazos no muy abiertos o que vayan en cierta dirección deberíamos aprovechar de elegir los mejores tallos para ese proceso y si requerimos arquearlos nos debemos fijar en el ángulo que elijamos.
Además de realizar un arqueado opcional, debemos despuntar todos los tallos, esperando que luego mueva savia y comiencen a tener más crecimientos que hagan crecer estos brazos.
Año 3
Luego del año 2 debiera haber crecimientos en todos los despuntes, algunos crecimientos en el tronco del árbol y algunos chupones verticales en el centro del árbol.
Para la poda en verde deberíamos haber cortado todo lo del tronco y todo lo del centro del árbol, el resto se deja para que sigan creciendo.
La poda del año 3 consistirá en despuntar todos aquellos tallos nuevos que hayan quedado y crecido luego de la poda en verde.
Más allá del año 3
Desde el tercer año en adelante nuestra preocupación será una serie de factores relevantes para que la salud y la producción del árbol sea máxima.
Necesitamos que la luz pase al interior del árbol por lo que debe tener una abertura en toda la parte central, el árbol debe pensarse hacia afuera y no hacia dentro.
Cualquier tallo o chupón que tenga dirección hacia el centro del árbol debiera podarse.
El motivo por el que queremos la parte central del árbol libre es que desde ahí crecerán nuevos tallos y hay que pensar que en algún momento las ramas comenzarán a envejecer y bajará la calidad de la fruta, nuestro trabajo es evitar esto e ir renovando las ramas de forma continua en el tiempo.
Siempre elegiremos y dejaremos nuevos tallos que estén bien posicionados para una renovación de las ramas.
Si hay ramas o tallos que pasan por encima de otras o se cruzan en direcciones no muy naturales debieran podarse igualmente.
El viento muy fuerte mueve las ramas con violencia y no queremos que las ramas choquen unas con otras porque se generan heridas y las heridas dan lugar a entradas de hongos.
También está la lluvia, yo visualizo la lluvia como un amigo para el árbol, siempre quedarán deshechos de hojas y frutos en la estructura, la lluvia puede ayudar a limpiar los residuos de la temporada, de hojas, frutos, etc.
Por lo que la forma del árbol debe ser lo suficiente abierta para que todo pueda fluir en el interior.
Estos son los principios básicos que se siguen para todas las formaciones que hemos presentado, solo que si formamos en estilo libre tendremos muchas más posibilidades, ya que se va pensando en el momento como se mantendrá, no hay una planificación muy exhaustiva.
Lo importante es que pruebes por ti mismo estos principios y puedas tener tus árboles con la mejor producción posible para tus necesidades.